La leyenda de la coronación de don Pelayo

Los valles de Picos de Europa guardan en sus bosques, prados y riberas centenares de historias. Sus escarpados paisajes, los innumerables recovecos que ofrecen sus montañas y la belleza de cualquiera de sus panorámicas son ingredientes para la leyenda.

Y una de ellas tiene como escenario una ermita ubicada entre las localidades de Caín y Cordiñanes, la ermita de la Corona.

Esta conocida leyenda, relatada por Claudio Sánchez Albornoz en 'Orígenes de la Nación Española', está fechada en el año 718. Pelayo, que había sido embajador en tierras de Toledo, había regresado a la zona de Picos de Europa, en concreto a la localidad cántabra de Mogrovejo, después de tener que huir tras no dar su beneplácito a la boda del gobernador musulmán Munuza con su hermana.

Pelayo eligió los Picos de Europa para refugiarse, alentando a los habitantes de los valles de Onís, Áliva, Valdeón, Sajambre o Ponga a rebelarse contra el invasor.

En el punto en el que Pelayo fue coronado como líder de todos estos valles, como general que dirigiría a las tropas que se alzaban contra el invasor, se construyó esta ermita de la Corona.

Para hacer frente a este sublevación, el general Alkama dirigió las tropas que darían lugar a la famosa batalla de Covadonga. Pero los Picos de Europa y el valle de Valdeón habían vuelto a ser el último reducto de este rebelión debido a su complicada orografía.

Otra leyenda en torno a esta virgen de la Corona data del año 1580. El valle de Valdeón sufría una importante sequía y sus gentes rogaron a la virgen la llegada de la lluvia.

La virgen concedió la petición al pueblo y ahora, cada 8 de septiembre, se celebra una romería y cada último domingo de agosto se saca a la virgen en procesión.Si el año es par será acogida por la parroquia de Santa Eulalia en Posada; si el año es impar lo hará la parroquia de San Pedro en Soto.

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