Estos son los medicamentos más eficaces para combatir la alergia... y no necesitan receta

Esta primavera está siendo «especialmente puñetera» para las personas alérgicas, que llevan semanas pegadas a un pañuelo por culpa del polen de las gramíneas, el olivo o el plátano de sombra. Conviven a diario con estornudos, picor de ojos y garganta, congestión nasal, mocos... Unos síntomas relativamente fáciles de tratar, pero que no dejan de ser un incordio para los más de diez millones de personas que padecen rinitis alérgica en nuestro país, aunque más de la mitad ni siquiera lo sabe.

Los pacientes que ya están diagnosticados o sufren una alergia seria suelen tener pautado un tratamiento que pueden retirar en la farmacia en cuanto empiezan a notar las primeras molestias. «En los casos más graves es importante llevar un control médico de la enfermedad para evitar complicaciones, pero es cierto que la mayoría de las veces los síntomas de la rinitis alérgica estacional se pueden tratar con medicamentos que no necesitan receta», aclara Pablo Caballero, miembro del Área de Divulgación Científica del Consejo General de Colegios Farmacéuticos.

El único tratamiento realmente efectivo a día de hoy para 'acabar' con este tipo de alergias es la inmunoterapia (vacunas), el resto de los fármacos se limitan únicamente a aliviar los síntomas. Estos son algunos de los medicamentos para la alergia que podemos comprar en las farmacias sin receta médica.

Básicamente, se dividen en fármacos a base de antihistamínicos, descongestionantes y corticosteroides. «Y casi todos los podemos encontrar en dos presentaciones: comprimidos orales o sprays nasales», precisan en la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). La rinitis alérgica es un proceso inflamatorio de la mucosa de la nariz y de la vía aérea superior desencadenado por la exposición a una serie de alérgenos. Y cuando el organismo los detecta, libera un sustancia llamada histamina, que es la responsable de gran parte de los síntomas de esta enfermedad. De ahí que la mayoría de los medicamentos que se usan para aliviar el picor y el goteo nasal, los estornudos y el lagrimeo tengan como principal objetivo bloquear precisamente la acción de esa sustancia. «Sin embargo, los antihistamínicos resultan poco eficaces frente a la congestión nasal», coinciden los especialistas.

La mayoría de los antihistamínicos que se comercializan sin receta ya son de segunda generación. Es decir, apenas producen efectos secundarios adversos (somnolencia, mareos...) como pasaba con los más antiguos. «En general, este tipo de comprimidos son de administración única, basta con tomar una pastilla al día para que resulten eficaces», puntualiza Pablo Caballero. «Cuidado, eso sí, con la ciproheptadina, comercializada con el nombre de Periactin porque, además de poder producir somnolencia –es un fármaco de primera generación–, está contraindicada en personas mayores y pacientes con problemas de salud», alertan en la OCU. Los precios de estos medicamentos rondan los 10 euros de media.

Como los antihistamínicos no alivian por sí solos la congestión nasal típica de la rinitis alérgica, es habitual que algunos medicamentos incluyan descongestionantes como, por ejemplo, pseudoefedrina o fenilefrina, presentes en multitud de anticatarrales. «Estos principios activos son eficaces para aliviar la congestión nasal, pero también tienen una serie de contraindicaciones importantes, posibles efectos adversos serios y una larga lista de precauciones. Las personas con hipertensión, diabetes, hipertiroidismo, problemas de corazón, problemas de riñón y personas mayores deben consultar al médico antes de tomar cualquier medicamento que contenga estos ingredientes», aconsejan en la OCU. De forma general, este tipo de fármacos no deben usarse durante más de una semana.

Además de los comprimidos, texisten pulverizadores nasales, «algunos combinan antihistamínicos y descongestionante como las pastillas y otros contienen corticosteroides». Estos últimos se suelen reservar para «casos de moderados a graves por su potente efecto antiinflamatorio e inmunodepresor. Reducen la congestión nasal, los estornudos, el picor y el goteo de la nariz», pero no se deben usar durante más de tres meses seguidos sin supervisión médica.

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